Lección 24: Poner El Corazón

   Llevo un buen tiempo intentando escribir una nueva canción, pero hay algo que no me deja hacerlo y no es porque no tenga ideas, porque las tengo, pero es como si mis emociones no me ayudaran. Lo digo de esa manera porque aprendí que las cosas que hacemos para que estén bien hechas y tengan algún sentido no solo hay que poner la mente para realizarlas, hay que poner sentimientos y emociones, en otras palabras hay que poner el corazón. Si no lo haces terminaras inconforme con el resultado y no creo que valga la pena hacerlo de ese modo, aunque si nos ponemos a pensar hay varias cosas que todos hacemos sin ponerles corazón, como la tarea por ejemplo, que la terminamos entregando de todas formas.

   Eso me puso a pensar en una fábula china que nos cuenta de un joven que observaba a un sabio en la fuente del pueblo. El anciano estaba bajando un balde de madera con una soga y extrayendo lentamente con la mano el agua. El joven desapareció y volvió con una polea. Se acercó al anciano y le mostró como funcionaba el aparato. "¿Ve?, pone la soga alrededor de la rueda y extrae el agua haciendo girar la manivela". El anciano se resistía. "Si uso una cosa así, mi mente se va a creer lista. Con una mente astuta ya no pondré mi corazón en lo que hago y en poco tiempo solo mis muñecas harán el trabajo. Si mi corazón y todo mi cuerpo no están en mi trabajo, mi trabajo perderá el placer. Si mi trabajo pierde el placer ¿qué gusto crees que tendrá el agua?"

   La verdad lo que dijo el anciano para mí es cierto, si no pones el corazón en las cosas perderán placer y sentido, por eso me cuesta componer cuando mis emociones o mi corazón no están en eso, es como si no tuviera ni ganas aunque mi mente ya estuviera trabajando, al final el resultado no sería para nada agradable. Así que la moraleja es que al final las cosas salen mucho mejor cuando les pones tiempo, dedicación, esfuerzo y sobre todo corazón.